... lo dije una vez. Y esque parece que somos resistentes a las caidas. Confias una vez, dos, diez veces: hasta que llega uno y claro, te apuñala. Lo mas triste es que los desgraciados saben que tu confias ciegamente, que no importa lo que te diga la gente: le reclamas y si te dice que el cielo es negro, vuelves a creer. Pero nunca, nunca jamás al 100%. Y ese pequeño resquemor se queda ahi. Y pese a quien le pese.
¿Cómo se pone una un curita en el alma?